EXPERIENCIAS EN EL CULTIVO DE LAS CRIADILLAS O TURMAS (Terfezia sp.)

Asunción Morte. Dpto. Biología Vegetal. Universidad de Murcia.

Desde 1999 hasta 2009 se han establecido siete plantaciones experimentales en la región de Murcia, usando varias especies de Helianthemum sp inoculadas con Terfezia claveryi. Además, en los últimos tres años se han realizado numerosas plantaciones en diferentes lugares de la Península, Lanzarote, Fuerteventura, Israel y Emiratos Árabes. Para dar salida a la demanda de planta micorrizada, desde la Universidad de Murcia hemos creado la empresa spin off Thader Biotechnology s.l., especializada en la producción de planta micorrizada de gran calidad. Durante los últimos doce años, los ascocarpos (turmas, trufas de desierto o criadillas) han fructificado anualmente y la producción se ha incrementado mediante un manejo e irrigación adecuados. Esta irrigación se viene aplicando, en años secos cuando la precipitación es menor de 150 mm, al final del verano y al principio de la época de fructificación. Sin embargo, la producción de turmas fluctúa en la misma plantación de un año para otro. El riego es uno de los factores más importantes para mantener la producción de turmas, es por ello que hemos estudiado, a diferentes niveles, cómo afecta el déficit hídrico en la simbiosis micorrícica.

En primer lugar, estudiamos el efecto de diferentes niveles de estrés hídrico sobre micelio de T. claveryi creciendo en cultivo axénico. T. claveryi presenta un patrón característico de especies tolerantes a la sequía, con un crecimiento máximo a niveles de estrés hídrico moderados y correlacionado con la mayor actividad fosfatasa alcalina. En segundo lugar, hemos llevado a cabo una caracterización fisiológica de plantas de H. almeriense micorrizadas con T. claveryi creciendo, bajo dos regímenes hídricos (riego a capacidad de campo y riego restringido), en campo. A partir de este ensayo pudimos demostrar que la supervivencia de la planta depende de la presencia de su micobionte asociado. Durante estos ensayos se puso de manifiesto que H. almeriense muestra una estrategia conservativa del uso del agua. Los resultados demuestran que las plantas micorrizadas mantienen unos buenos parámetros fisiológicos a bajos potenciales hídricos del suelo, lo que permite su cultivo en zonas semiáridas. En tercer lugar, hemos analizado si existen genes de aquaporinas implicados en la respuesta de esta simbiosis a la sequía. Hemos identificado cinco acuaporinas de H. almeriense y una acuaporina de T. claveryi. Observamos que la expresión de la acuaporina del hongo es regulada por la fotosíntesis de la planta hospedante, aumentando la expresión conforme la fotosíntesis disminuye, pero únicamente en plantas sometidas a estrés hídrico. Sabemos que el micelio externo es capaz de percibir el estrés hídrico por sí solo y responder ante éste, pero la correlación con parámetros fisiológicos de la planta sugieren una comunicación entre simbiontes, ajustándose el hongo a las necesidades de la planta.

Por último, se analizarán otros factores que pueden favorecer la producción de turmas como el marco de plantación, la eliminación de malas hierbas y la no fertilización. Se puede añadir que el cultivo es muy interesante, por ser el complemento ideal en el marco de otros cultivos leñosos de secano (olivo, almendro, vid), lo que aumentaría notablemente la rentabilidad del terreno y, finalmente apuntar que se trata de un cultivo ecológico, que no precisa de tratamientos costosos ni sofisticados.

Este trabajo ha sido financiado por el proyecto 08812/PI/08 de la Fundación Séneca, de la Región de Murcia.

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